Venezuela amenaza con seguir invadiendo el extranjero con el posicionamiento de marcas de franquicias 100% criollas, como forma de expandir negocios que en estos últimos años han dado excelentes resultados en el país y en el mundo entero. Ideas, conceptos y nuevos patrones que sirven para conformar pequeñas unidades de negocios con un brillante futuro se abren camino en tierras extrañas.



Se calculan por lo menos unas 16 marcas que ya están operando más allá de las fronteras, mientras que otro tanto desarrolla planes para iniciar sus actividades en el extranjero. Churromanía, El Principito, Spamanos, Quick Press, Farmacia Saas,Decofruta, mantienen contactos y operaciones en el extranjero, principalmente en centro y suramérica, además de España; donde engloban un monto cercano a los 60 locales o puntos de ventas.

Toda Centro América, España, Estados Unidos, Republica Dominicana, Panamá, Colombia, Perú y Ecuador han sido algunos de los países receptores del ingenio local, pero ahora los gerentes venezolanos pretenden que el desarrollo sea más enérgico que en el pasado.

Las franquicias han demostrado su fortaleza en los últimos años, al lograr superar las dificultades de la peor recesión de la que se tiene memoria en nuestro país, y ello ha incidido en la confianza de los empresarios para desarrollar los proyectos de exportación de sus marcas contra viento y marea.

En el año 1999 fue que se dieron  los tiempos del boom de las franquicias en nuestro país, cuando los negocios made in Venezuela más exitosos del momento decidieron traspasar las fronteras, aunque en realidad algunas marcas ya habían nacido con esa idea. Un ejemplo de expansión es Churromanía que al poco tiempo de su nacimiento su presidente, Ariel Acosta-Rubio, la registró en al menos 15 países con la idea de desarrollar el negocio en el exterior.

Apenas a dos años de sus inicios en el mercado local, sus dueños lo apostaron todo por la internacionalización de la marca, y el empeño dio sus frutos. Hoy día cuentan con 18 locales en países como Brasil, Chile, Costa Rica, El Salvador, España, Estados Unidos y Honduras.

​

Igualmente, otra experiencia exitosa es la de Spamanos, que cuenta con  puntos de venta en negocios en Colombia, Ecuador y Estados Unidos.

Ya sean las ventajas de la globalización o la agudeza de los gerentes venezolanos, o incluso ambas cosas, lo cierto es que el mercado que se abre para los criollos en el extranjero es infinito y no se centra en cierto tipo de productos o servicios, porque hay para todos. Solo hace falta saber adaptarse al mercado al que se ingresa, conocer el potencial del negocio y ofrecer al mercado productos que puedan mantenerse en el tiempo. El resto es solo constancia e ingenio.



Ingrid Arriechi
SuFranquicia​